¿Causas? Creo que las familias no es precisamente lo que quieren saber ahora mismo, sólo nosotros, los morbosos, los que vivimos de las desgracias ajenas y nos mofamos de su dolor, somos los únicos que le damos miles de vueltas a las causas por las que este avión cayó durante ocho minutos, impactando finalmente contra uno de los macizos de los Alpes franceses. No tranquilizará a nadie, más que a las aseguradoras (que pagaran una millonada de diferencia según se trate de una negligencia o de otra cosa) y a la propia compañía (por la cuenta que le trae), que se esclarezcan las causas, el porqué... Al menos no ahora.

Lo siento. Siento muchísimo el sufrimiento de todas las personas que han perdido a alguien en ese siniestro y lo único que puede suavizar este sufrimiento es que sea verdad la hipótesis de la despresurización explosiva y que todos los pasajeros se sumieran en un profundo sueño a los 15 segundos y que, dentro de lo malo (lo peor), no hayan sufrido más allá de esa irrefrenable y demoníaca necesidad de dormir.

No es un homenaje, no es un comunicado de prensa, no es texto de condolencias firmado, ni si quiera es una exposición de noticias opinadas, simplemente es mi desahogo sobre la situación, lo que ahora mismo siento: esas palpitaciones como si fueran mi familia, como si hubiera caído yo con ellos, como si hubiera pedido parte de mi vida en ese avión, cuando lo único que he perdido es un poco de razón por el shock psicológico que me ha provocado.

Lo siento, de verdad.

Fuerza y ojalá podáis apaciguar el dolor con el tiempo, porque no olvidaréis ni olvidaremos.

#Germanwings