Esa parte no me gusta de ti, es más, la odio. Sé que soy menos que tú, sé que siempre lo he sido y que siempre lo seré pero que me lo eches en cara o me lo dejes caer es otra historia. Siempre debes sobresaltar entre los demás, tú siempre eres diferente, siempre. No te das cuenta pero es tu manera de afrontar las situaciones. Eres débil y en realidad crees que eres fuerte, más fuerte que nadie. No, no es así y, por supuesto, no seré yo la que te abra los ojos para que te des cuenta de eso. He podido sobrevivir pasando de ti todos estos años y creo que lograré hacerlo cuando te vuelvas a marchar. No, no es lo mismo, sabes que hace un par de años fue de una manera y que las cosas podrían haber cambiado, pero ahora no es igual, no puedes pretender que hagamos como si nada y sigamos hacia delante sin tener en cuenta nada. Yo al menos no puedo y tú, por tu debilidad, tampoco, aunque lo quieras intentar.

No falta mucho, lo presiento. Un pequeño tiempo más y todo volverá a ser como antes, para ti y para mi.



Paréntesis: Odio cuando desbloqueo el móvil para algo pero no me acuerdo qué y cuando lo bloqueo me acuerdo. Grrrr, ¡me pone enferma esa situación! (Tenía que decirlo, lo siento)