Es difícil hacerse a la idea de que estás sola. Bueno, sola, sola, no, pero físicamente lo estás y más aún mentalmente. Sé que podría haber elegido otra opción, otra que nos hubiera venido bien a todos y sobretodo a nosotros dos. Lo siento, siento no haber podido aguantarme las ganas de hacer lo que yo más quería desde hace tantos años. Sé que no me lo tienes en cuenta pero también sé que hubieras preferido tenerme ahí como me has tenido todo este tiempo.
Tengo un camino por delante que seguir, duro, lo sé, pero espero que merezca la pena y que esta separación física pero no mental haga que cada vez que nos veamos sea especial y no caigamos en la monotonía.