Conócete, acéptate, supérate.
A veces necesitas estar sola, sin nadie a tu alrededor. Cuando lo consigues te pones a pensar dónde quedaron aquellos días de locuras que pasabas junto a ellas, dónde están los ratos libres que buscabas con tal de salir, y así se te pasa el día. A veces necesitas arroparte entre mantas para sentir calor porque no hay nadie quien pueda dártelo. A veces necesitas llorar porque no tienes quién entienda lo que te pasa. A veces necesitas decir cada mínima cosa que sientes para desahogarte aunque eso duela. Pero la mayoría de las veces callamos, nos tragamos lo que sentimos, hacemos como si nada. Sí, sabemos que el mundo sigue pero podríamos pararlo aunque sólo fuera un segundo para decir todo aquello que pensamos, expresarnos como queramos ya sea con lágrimas, a carcajadas, con las manos o con la mirada. ¿Por qué no somos capaces de hacer todo eso? Somos el animal más inteligente pero a veces dudo de esa inteligencia.
