//MoonShine

Mi vida sin ti no tiene sentido...

Era ella, él sentía que era ella. Su olor era inconfundible. Su ropa, su pelo, eran inigualables. Le acarició suavemente el rostro y con un simple gesto entendió que debía cerrar los ojos. Ella se fue acercando lentamente hacia su cuello mientras respiraba a conciencia para que él lo sintiera. Él no podía dejar de pensar que era el amor de su vida, que sin ella no podía vivir y que simplemente quería pasar toda su vida con ella. Se tumbó encima de él y empezó a besarle, a besarle apasionadamente como si fuera la última vez que lo fuera a hacer. Él sentía sus manos abrazándola y acariciándola, sentía su respiración junto a la suya, sentía su piel contra la suya, la sentía a ella. Poco a poco se fueron quitando la ropa y quedaron sumidos en un arrebato de pasión. Era la primera vez que lo sentían todo tan diferente a lo normal, era como si fuera todo una primera vez. Recostados en la almohada comenzaron a hablar de sus sueños, del futuro deseado, de sus anhelos. Ella quedó paralizada al escuchar que “esas cosas no pasan de verdad”, se levantó inmediatamente y se dispuso a vestirse engañada y afligida. El chico alzó la mirada buscando la de ella pero solo halló su largo cabello despeinado y su cuerpo envuelto en una fina sábana celeste. Intentó abrir la puerta pero antes de que pudiera hacerlo el chico se acercó y tímidamente le preguntó porqué ese quebranto. Ella contestó sincera que si los sueños no existían, entonces él no existía. El chico tenía la mirada perdida y acongojado se giró hacia ella para besarla, al mismo momento una cálida lágrima caía por su mejilla por darse cuenta de que su vida no tenía sentido sin él y que nada valía la pena si él no estaba a su lado. La agarró fuerte como si no la fuera a dejar escapar y ella sintió que su vida se había llenado desde que lo encontró a él.